Mary Wollstonecraft, una destacada figura en la historia del feminismo, se alzó contra las convenciones sociales impuestas en el siglo XVIII, defendiendo con fervor la razón y la igualdad. Su obra cumbre, «Vindicación de los derechos de la mujer», se convirtió en una respuesta filosófica argumentada al sermón dirigido a las mujeres jóvenes del clérigo inglés, el Dr. Fordyce. En dicho sermón, Fordyce exhortaba a las mujeres a ser sumisas y conformarse con los roles tradicionales impuestos por la sociedad.
Wollstonecraft emergió en un período turbulento del siglo XVIII y desafió valientemente la noción de que las mujeres eran seres subordinados. Sostenía que la razón era una facultad universal que trascendía las diferencias de género. Para ella, la capacidad de razonar y reflexionar era lo que nos definía como seres humanos, por encima del género o del sexo.
La «Vindicación de los derechos de la mujer» fue una respuesta contundente al sermón del clérigo. No solo cuestionó su mensaje, sino que también desafió las ideas de pensadores como Aristóteles, quien consideraba a las mujeres como seres imperfectos. Es importante situarnos en el contexto histórico y valorar la valentía de una mujer sin educación formal que se atrevió a confrontar a una autoridad eclesiástica y a cuestionar las normas establecidas de su tiempo.
Sin embargo, su audacia no se detuvo ahí. Mary Wollstonecraft demostró un profundo interés por los sucesos revolucionarios que tenían lugar en Francia y decidió viajar sola a París para presenciarlos de primera mano. Reconoció que aquellos momentos eran el punto de partida para los cambios sociales que tanto anhelaba. En su obra «Vindicación de los derechos del hombre», rebatió las opiniones del pensador antirrevolucionario inglés Edmund Burke. Con una pluma valiente, desafió las posturas conservadoras y defendió apasionadamente los ideales revolucionarios que buscaban transformar la sociedad.
Mary Wollstonecraft dejó un legado filosófico profundo y duradero. Su enfoque filosófico se basa en una reflexión minuciosa sobre la condición de las mujeres en la sociedad y desafía las normas establecidas a través de argumentos sólidos y razonamientos lógicos. Su pensamiento se nutre de corrientes filosóficas como el racionalismo y el liberalismo, centrándose en la igualdad de derechos y la libertad individual. Para Wollstonecraft, la igualdad no es simplemente un ideal abstracto, sino un principio fundamental que debe traducirse en acciones concretas en la sociedad.
El impacto de Wollstonecraft trasciende los límites de su tiempo. Su valiente defensa de la razón y la igualdad ha inspirado a generaciones posteriores de pensadoras feministas. Sus ideas han resonado en la obra de destacadas filósofas como Hannah Arendt, Simone de Beauvoir, Judith Butler, Paul Preciado, Esther Díaz y muchas otras, quienes también han dejado su huella en la lucha por la igualdad de género. En un mundo que aún enfrenta desafíos en materia de igualdad, el legado filosófico de Wollstonecraft sigue siendo una voz poderosa que nos invita a la reflexión y a la acción en busca de una sociedad más justa e inclusiva.